¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

martes, 6 de abril de 2010

Las campánulas y la política


Desde donde escribo estas líneas puedo ver ya las primeras campánulas en flor. Y hasta les hice una foto, que es un testimonio de la primavera en marcha. Es un placer levantar de vez en cuando la vista de la tarea para verlas abrirse en la jardinera de la ventana.. Las compré el año pasado en un vivero con el rótulo de Campanula persicifolia, pero, consultando el Bonnier, veo que no puede tratarse de esta especie, sino de otra de las muchas que componen el género Campanula. Y, aunque Bonnier no la cita, muy probablemente sea la campánula dálmata (Campanula muralis). Las puse mirando al norte, en zona de sombra y parece que el sitio les gusta, porque empiezan a extenderse como un tapiz apretado y cada día encuentro nuevos capullos. (En la jardinera, me refiero. Ya sé que en la vida hay muchos.)

Me han dicho que en Cataluña añaden las hojas de campánula a la ensalada. He probado y el sabor es bueno, ligeramente dulce por la inulina que contienen y, desde luego, le dan un toque campestre muy agradable.

Y más al norte, en el Tirol, circula la creencia de que las campánulas tienen la virtud insólita de obligar a decir la verdad al que las lleva encima. Y esto muy bien podría ser cierto, porque nunca se ha visto a un político en primavera luciendo campánulas en la solapa.

4 comentarios:

  1. Muy interesante y curiosa tu entrada Juan. Perspicaz, sensible y con la dosis justa de humor y crítica.
    Sigo tu blog desde hace algún tiempo y te felicito por él.

    Un saludo de un antiguo compañero del Lara.

    Rafael S.R.

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  2. Este artículo es delicioso, Juan, y lo digo sin haber probado -todavía- el sabor de las hojas de campánula.
    Como dice tu antiguo compañero, Rafael, "con la dosis justa de humor y crítica".
    ¡Magistral!

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  3. Querido Rafael:

    Me alegra que Kircher nos haya permitido contactar de nuevo. ¿Qué tal va todo?
    Muchas gracias por tu comentario, que sé que viene desde la amistad y el cariño.
    Nos alegraría verte por el IES Juan Lara y recordar viejos tiempos.

    Un abrazo

    JV

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  4. Estimado Juan, hace ya bastantes años que trabajo por tierras de vides y bellos atardeceres -de hecho detrás de mi centro se rodó parte de El Imperio del Sol-. Pero siempre es agradable sentir a otra gente que sigue manteniendo la ilusión por este cada vez más complicado y a la vez fundamental mundo de la educación.
    Mi blog es mucho más humilde que el tuyo y está enfocado básicamente a mis alumnos de Bachillerato, pero estás invitado a visitarlo. La dirección es http://ninkasialventus.blogspot.com

    Saludos. Rafa..

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